lunes, 6 de enero de 2014

Mi amor real.

Una reina debe ser como tú,
que me vuelva loco con un suspiro.
Una reina debe ser como tú,
que no me deje caer al olvido
y que llene mis mañanas de luz
despertándome con besos de cariño.
No hallaré otro amor en la vida
que borre de mi alma las heridas.
Acepta cuando te pida la mano
y no tendrás un día sin sorpresa.
Acepta cuando te pida la mano
y te daré mi amor como promesa
para mantener por siempre lejano
aquel momento que nadie desea,
el momento de decirnos adiós
al apagarse la llama interior.
Guarda en secreto todos los versos
que mi alma un día me dictó.
Guarda en secreto todos los versos
que se han perdido en mi cajón.
Cuando se nos acaben los besos
y no pueda resurgir la pasión,
el último día y más que nunca
brillará la luz desde mi tumba.