lunes, 15 de septiembre de 2014

Con solo siete añitos

Pasodoble con música de "Lo siento pisha, no to er mundo puede ser de Cai", de Tino Tovar. Dedicado a los profesores que me han ayudado a ser como soy y a todos los que se dedican al noble oficio de la enseñanza por amor a lo que hacen. Gracias.


Con solo siete añitos
ya me iba dando cuenta que estudiar
sería tan importante
para hacer mi futuro como respirar.
Con 15 primaveras
supe que aquí, en España, el trabajar
se iba haciendo ya imposible,
se alejaba de la realidad.
Y mi ilusión,
llevar luz a casas ajenas,
se mezclaba con el fervor
desatado por los poemas.
Y así empecé
el laberinto de mi mente
hasta que vino un profesor
diciendo "déjame que yo te cuente".
Y me estuvo explicando de forma directa
que pa' levantar este sucio planeta
debía luchar con mis armas de poeta.
Y me puse las pilas para conseguir
que tantísimo esfuerzo
quedase pequeño
tras lograr mis metas,
aunque me hiciera un lío cuando pa' escribir
siempre usara en las clases,
pa' lengua y pa' mates,
la misma libreta.
Recordando esos cursos hoy quiero decir
que sin mis profesores no habría intentado ninguna carrera.
Y aunque no puedo nombraros por educación
pa' no dejar aquí en blanco a quién me traicionó
os llevaré a todos siempre conmigo.
Y sois tan grandes que sois capaces de sacar
a todo un hombre de donde había un niño.
Y así es como os lo pagará la historia,
que pese los gobiernos habrá siempre
mil alumnos que no os borren
de sus memorias.




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario