Bendita la palabra
que aquel mesías un día nos trajo.
Bendita su palabra
si hablaba de amarnos como hermanos.
A pesar de que no creo
en la existencia de Dios
pienso que hubo algún tiempo
en que reinaba el amor
y no voy a dudar
que alguien lo defendió.
Y seguro que ni Buda,
ni Cristo, ni Alá
difundieron un mensaje
buscando matar
porque no hay na' más divino
que buscarle al mundo un poquito de paz.
Por eso me pregunto
cuándo es que nos perdimos.
¿Cuándo abrimos el infierno?
¿Cuándo cerramos el cielo
y fusilamos el paraíso?
¿Quién leyó la palabra
pero sin entenderla?
¿Quién condenó a los hombres?
¿Quién fue capaz de inventarse
una guerra
sin sentido
para gloria de sus dioses?
No me digas que tu fe (¡ay!)
se basa en asesinar (¡ay!),
eso nunca será un credo
ni razón de adoctrinar.
No me sueltes tu sermón (¡ay!)
que yo creo en lo que veo.
Y antes de irte pa' tú cielo
quiero que pienses por un momento
quién crees que te juzgará.
¿Quién crees que te juzgará?
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